Hemos incorporado a la sección de Archivos sonoros del portal SIPCA el trabajo “Recopilación de tradición oral en el Parque Cultural de San Juan de la Peña. Fase 2”, realizado en 2007-2008 por las investigadoras Sandra Araguás y Nereida Torrijos...
El diseño de este edificio, inspirado en algunos castillos del Loira, pretendía hacer de la sede de la Sociedad del Círculo Oscense y del Partido Liberal de la Provincia, un edificio emblemático, llamativo pero sólido, unitario y sobre todo basado en los nuevos presupuestos del modernismo, estilo que identificaba a la clase burguesa que engrosaba las filas de los liberales. En este edificio el modernismo se vio en cierto modo atemperado por la eliminación de diversos motivos decorativos como los plafones cerámicos que se fabricaron para los rectángulos rehundidos de la fachada y que fueron devueltos por no gustar a la Junta Directiva. Precisamente esta buscada desornamentación unida al uso preferente de la línea recta en las composiciones de fachada (especialmente en la trasera) acerca el resultado final a modelos del secesionismo vienés, alejándolo del modernismo de ascendencia catalana adoptado en otras ciudades aragonesas como Zaragoza y Teruel. Igualmente se observan algunos elementos de corte historicista, que otorgan al edificio un aire a primera vista ecléctico. No obstante, la decoración modernista ocupa un papel muy importante en el diseño del edificio, formando las artes aplicadas y decorativas parte indisoluble de la arquitectura. Accedemos a su interior por una magnífica puerta doble de madera tallada que lleva a un vestíbulo desde el cual se accede a los diferentes espacios de la planta baja. Por una gran escalinata que se bifurca en su parte central llegamos en la primera planta a un gran espacio central distribuido con dos grandes vidrieras en el techo donde se sitúa una barra de bar. Alrededor de este espacio se abren diferentes despachos y salones -como el azul, el rojo o el de los relojes- en los que se llevaban a cabo distintos juegos de cartas y entretenimientos similares. Conserva la mayoría de elementos originales como vigas de hierro, vidrieras, la pintura de las paredes, los techos decorados con pinturas y yeserías, así como gran parte del mobiliario.
En las viviendas populares más antiguas, fechadas entre los siglos XIV y XVII, llama la atención la proliferación de elementos defensivos como las aspilleras, matacanes y, muy especialmente, grandes torreones. En nuestra comunidad autónoma contamos con más de un centenar de casas torreadas, que fueron declaradas BIC por el Gobierno de Aragón, localizadas en las sierras orientales turolenses y en el Pirineo y prepirineo altoaragoneses. Ambos conjuntos presentan grandes diferencias. Recorremos las torres turolenses, construidas en la baja Edad Media para proteger las masías dispersas y atestiguar también la prosperidad de sus propietarios.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002